martes, 28 de abril de 2015

Veneno, sentido común,... un poco de todo.

Resulta que estoy envenenándome y envenenando a mi familia.
Sin quererlo.

Me explico.

Cada semana aparece un tema nuevo en la blogosfera: las vacunas, el colecho, las malas madres, los deberes, las doulas.... Parece que todas las madres con blog se ponen de acuerdo, salta un tema y es obligatorio tomar postura y defenderla "gritando" cada cual desde su red social/blog de preferencia. Al cabo de unos días, las aguas vuelven al Ebro, se organiza un acto blogger y todas nos queremos y volvemos a enviarnos premios en cadena. Somos así...
Esta semana le ha tocado al azúcar.





Ahora resulta que con los cambios en nuestra alimentación estamos cebándonos a base de azúcar, que ahora han descubierto que es malisisisisisisisima. Antes, la bollería industrial no estaba tan presente en nuestra despensa. Merendábamos bocata si o si, embutido casero y postres elaborados por nuestras abuelas/madres compitiendo por ser la mejor repostera del portal. Para desayunar, galletas maria o tostadas de pan, nada de pan de molde que eso era para las fiestas de cumpleaños. Y los zumos, naturales y rapidito, que las vitaminas se pierden si no te lo tomas en los primeros 20 segundos!! Eso en cuanto te salia el primer diente porque antes, te enchufaban unos biberones que menos azúcar yo creo que llevaban de todo...
Nada de pizzas ni precocinados ni cadenas de comida rápida ni zumitos en tetrabrik.

Ahora después de dar teta a demanda hasta que saben patinar, abrimos la despensa y tenemos varias tipos de bollos, galletas, cereales, yogures, snacks, zumos y batidos con dibujitos de monos, unicornios y dibujos animados variados, adaptados supuestamente para el consumo de nuestros pekes. 



Y las madres responsables e informadas que somos, nos escandalizamos y decidimos que hay que pasarse a la agricultura bio, eco friendly y envuelta en tejidos naturales. Hasta que, después de un mes mirando etiquetas, memorizando cantidades y cocinando galletas, nos damos cuenta de que estamos gastándonos el dinero de la universidad de los churumbeles y no parecen mas sanos que antes.....




Pues voy a ser una revolucionaria. ¿Qué tal si intentamos el gris? Podemos hacer de vez en cuando algún bizcocho en casa o comprarlo en alguna pastelería de confianza. Podemos llevar fruta troceada y agua en vez de zumo envasado al parque. O sustituir los cereales del desayuno por tostadas con aceite y jamón el fin de semana. O cocinar pescados o verduras congeladas sin precocinar. 
Pero también zamparnos un donut y un batido de tetrabrik de camino a las clases de natación o una hamburguesa algún finde en el que ama no tiene ganas de ná... Vamos, un poquito de equilibrio y sentido común.
Que no hace falta modificar de golpe toda nuestra alimentación si no buscar alternativas adaptadas a nuestra vida familiar. En nuestra sociedad aun se comen lentejas los lunes y cocido los jueves. y nuestros niños aprecian las croquetas de la abuela. Y cocinamos con aceite de oliva. Y las fruterias están proliferando como hongos, señal de que fruta y verdura comemos, no? Vamos, que por mi parte, no voy a entrar en modo histeria total ni con la operacion bikini en pleno apogeo. Que de eso también tengo mi propia opinión.






Ejemplo de menu equilibrado: verdura, carne, marisco y helado sin azucar con fruta.
Je, je, je.



He dicho.





domingo, 26 de abril de 2015

Conejo en salsa de tomate

Volvemos con las recetas. Y esta vez 3x1. Para compensar que mis hijos tenían tanta hambre que no me dejaron hacer fotos decentes.

El conejo está considerado carne blanca, una carne con pocas calorías, rico en vitamina B12 y potasio. Recomendado en dietas bajas en colesterol y de adelgazamiento por su bajo contenido en sodio y grasa. Vi esta receta en el blog Para estar por casa (primera receta, ésta de profesional). Pensé hacerla pero mi familia no quiso arriesgar y preparé la receta que suelo cocinar siempre (ahora toca la receta amateur).


Ingredientes

1 conejo limpio y troceado
Salsa de tomate
Pimiento rojo
Cebolla
Vino blanco
Comino, sal, pimienta


Se dora el conejo salpimentado en una cazuela con aceite caliente. Una vez vez dorado se saca de la cazuela y en ese mismo aceite se sofríe media cebolla y un trozo de pimiento rojo también finamente picado. Cuando esta pochado, se añade medio vaso de vino blanco y se deja evaporar. Otras veces lo dejo así pero esta vez, saque la verdura  y la pasé por la batidora. Se vuelve a poner el conejo dorado en la cazuela, se añade la verdura, un par de vasos de salsa de tomate ( o tomate frito o tomate triturado, lo que tengáis) y un poco de agua si queda muy espeso. Ahora viene el toque especial: las especias. Yo añado comino, pimienta y un poco de albahaca. Mi madre, laurel. Cada uno a su gusto.





En los ingredientes no he incluido el pan, pero os aseguro que necesitareis una barra grande!!

Si os sobra algo de conejo, nada de tirarlo!! Yo suelo hacerlo con bastante salsa para que sobre después del ataque de los niños armados con pan. Y aquí llega la tercera receta!!!! En una cazuela de fondo bajo o paellera, se sofríen unos champiñones o unos taquitos de bacon, se añaden las sobras aprovechando bien la salsa, arroz y agua. Se rectifica de sal, se cuece hasta que el arroz esté hecho y listo otro plato para chuparse los dedos.



¿Qué os ha parecido?

miércoles, 22 de abril de 2015

Hay muerte en #Hayvidadespuesdelos6

Casi un mes sin publicar nada. Vacaciones y falta de ganas. He desconectado de este mundo 2.0 para conectarme a mi misma, a mi familia, a mis gustos. Cumplí casi todo lo que escribí en esta entrada antes de vacaciones. Y algunos detalles de lo que ha pasado últimamente me han hecho caer en la cuenta, aun más si cabe, de que la vida pasa rápido, sin ensayos ni repeticiones, que solo hay una oportunidad cada dia. Asi que como comprendereis, cuando plantean que el tema de este mes para #hayvidadespuesdelos6 es la muerte, toca sentarse y escribir.

Cuando los niños son pequeños, las muertes son siempre de cuento. Es más, evitamos aquellas películas o historias que hablan de muertes de forma muy explicita, con la intención de proteger de todo mal a nuestros pekes.  Con estos temas tan peliagudos, que Merak llama tabú, los padres debemos dedicar un par de minutos para reflexionar y "planear". Mas pronto que tarde aparece siempre alguna pregunta difícil. Yo creo que nuestros hijos son en gran parte un reflejo de nuestra personalidad y comportamiento, más que de nuestras enseñanzas, por mucho que las repitas hasta mas allá de la saciedad. Mi relación con la muerte ha pasado por varias etapas, desde la aversión mas profunda a los velatorios y los ataudes (me ponía enferma literalmente, sudores fríos, nauseas, mareos, ...) a tolerar algunas de las costumbres que rodean un fallecimiento (los funerales, el tanatorio,...). Pero lo que nunca ha cambiado es mi forma de enfrentarme a la pérdida del ser querido. Prefiero recordar los buenos momentos, las alegrías, las anécdotas a recrearme en la tristeza y el vacío que deja una muerte. Es ésta forma de ver la muerte la que he intentado transmitir a mis hijos.





En casa somos partidarios de no contar mentiras sino explicar los temas adaptándolos a medida que van creciendo. Nada de angelitos ni de dormir en plan Bella durmiente. La muerte es una parte de la vida. El cuerpo deja de funcionar, no hay dolor. Como cristianos creemos en el cielo, en que después de la muerte existe un lugar donde nos encontraremos todos en algún momento, de alguna manera.

Desgraciadamente, hace un año mis hijos se tuvieron que enfrentar a la muerte de uno de sus abuelos. G. con 4 años no fue muy consciente en ese momento. A medida que fueron pasando las semanas, notó su ausencia. Entonces, sacamos fotos, vídeos y empezamos a hablar de él: su vida, su trabajo, sus aficiones y anécdotas relacionadas con sus nietos. 




Para I. con 7 años fue distinto. La tristeza la inundó. Solo se permitía estar triste, no quería disfrutar. Estar alegre le parecía una traición a la memoria de su abuelo. Volvieron las pesadillas de cuando era pequeña y soñaba con la muerte de su padre o la mía. Su cuerpo reaccionó al stress con brotes atópicos. El día que junto a su hermano vimos las fotos, empezó a asumirlo y a gestionarlo con mas tranquilidad. 

Por una parte, intentamos que no todo girara en torno al tema de la muerte o la enfermedad en esos días. Pasamos mucho tiempo en familia, hablando, con actividades tranquilas. El dialogo sirve para exteriorizar sentimientos, para aclarar dudas y normalizar una situación que vivirán en varias ocasiones a lo largo de su vida. Gestionar bien un duelo es una lección emocional que les dará seguridad. Por otro lado, sin que nosotros lo buscarámos, ella aprendió una lección que personalmente me pareció admirable y que intento aplicarme a mi misma. 

No esperes a mañana para demostrar tu cariño o pasar un ratito con la gente que quieres. 



Hay vida después de los seis años" es una iniciativa en la que queremos implicar al mayor número posible de blogs con el fin de hacer más visibles los problemas y situaciones que viven las familias con niños que han dejado ya atrás la primera infancia. Hijos en edad escolar, preadolescentes, adolescentes... todos tienen cabida aquí. Si estás interesado en aportar tus experiencias sobre el tema propuesto, no tienes más que publicar bajo el hashtag #hayvidadespuesdelos6 el tercer lunes de cada mes
1. Ciclogénesis implosiva. Merak  5. Cris Pipo pipe y papás  9. A ratitos  
2. Anónimo  6. mamadedos  10. Equilibrium: La muerte no tiene explicación  
3. La Aventura de mi embarazo  7. Mamadedos especial libros  
4. Mis chic@s y yo  8. Psicología para mamás